los ánodos de sacrificio son elementos que se instalan en tuberías o tanques para que todo el sistema quede libre de corrosión, cuando se implementan desplazan toda la corrosión hacia ellos y así protegen el metal. Para poder generar este efecto los materiales que se deben usar deben ser puros como el zinc, el magnesio o el aluminio.
Estos objetos tienen diferentes ventajas al usarlos ya que se pueden utilizarse donde no hay energía, su costo no es alto, no deben tener una supervisión detallada y su instalación es relativamente simple; pero algo importante es realizar inspecciones periódicamente y reemplazarlos cuando lleguen al final de su vida útil.